Los análisis genéticos del hueso de la pata de un pollo mostraron que el ave era originaria de Polinesia y que vivió hace unos 600 o 700 años, mucho antes de que Colón fuera el primer europeo en arribar a América. El estudio, en el que también participaron científicos chilenos, proporciona una evidencia sobre algo que los investigadores sospechaban hace tiempo, explicó la doctora Lisa Matisoo-Smith, una de las antropólogas de Nueva Zelanda.
Hace unos 2.000 años, los pueblos de Polinesia ya navegaban por el océano Pacífico y, hace unos 800 o 1.000 años, establecieron colonias en Hawai y en la isla de Pascua. Los investigadores neozelandeses recogieron huesos de pollo en toda la cuenca del Pacífico y descubrieron una secuencia de ADN distinta que resultó ser la clave para establecer el vínculo con Suramérica.
Científicos chilenos que investigaban sobre asentamientos precolombinos en la región de Arauco (unos 600 km al sur de Santiago), encontraron huesos de pollo cuya muestra de ADN resultó ser idéntica a la secuecia polinesia. La doctora Matisoo-Smith dijo que los polinesios pudieron llevar los pollos a Surámerica hace unos 600 o 700 años, teniendo en cuenta la época de los asentamientos en Hawai y en Pascua, los más cercanos a América.
Las patatas dulces y las calabazas utilizadas durante siglos en Polinesia tienen su origen en Suramérica. Pero no estaba claro en qué sentido se produjo el vínculo señalado por tales indicios: de ida y vuelta desde Polinesia o por navegantes prehistóricos que partieron de Suramérica. El descubrimiento de los huesos de pollo demuestra que hubo viajes de ida y vuelta.
Algo imposible a bordo de balsas, incapaces de navegar de vuelta a Suramérica contra los vientos dominantes. Por el contrario, las canoas de altamar polinesias eran capaces de navegar contra los vientos dominantes, según la doctora Marisso-Smith. Sin embargo, no hay vestigios de que los polinesios se establecieran en Suramérica.
Fuente: Yahoo! Noticias.
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