sábado, 4 de agosto de 2007

Un nuevo planeta descubierto tiene una órbita similar a la de la Tierra

Se ha descubierto un planeta de fuera de nuestro Sistema Solar con una año aproximadamente igual al de la Tierra alrededor de una estrella gigante roja moribunda.

Sólo se conocen unas 10 gigantes rojas que alberguen planetas; el nuevo sistema solar está entre los más distantes de éstos.

Nuestro Sol se convertirá en una gigante roja en unos pocos millones de años, probablemente evaporando la Tierra.

El hallazgo, que se detallará en el ejemplar de Noviembre de Astrophysical Journal, se realizó por un equipo liderado por el astrónomo de Penn State Alex Wolszczan, que en 1992 descubrió los primeros planetas fuera de nuestro Sistema Solar alrededor de una estrella moribunda que arrojaba radiación.

Una madre hinchada

El nuevo planeta, observado usando el Telescopio Hobby-Eberly Telescope del Observatorio McDonald en West Texas, circula a su hinchada estrella madre cada 360 días y está situado a 300 años luz de distancia en la constelación de Perseus.

La estrella gigante roja es el doble de masiva y 10 veces más grande que el Sol. El planeta tiene aproximadamente el tamaño del planeta Júpiter o mayor y se descubrió usando la técnica conocida como bamboleo, en la cual los astrónomos buscan ligeros contoneos en el movimiento de la estrella creado por el tirón gravitatorio de los planetas que las orbitan.

El descubrimiento podría ayudar a los astrónomos a comprender qué sucederá con la prole de planetas de nuestro Sol cuando agote su reserva de hidrógeno y sus capas exteriores comiencen a desprenderse. Cuando esto suceda, nuestro Sol será tan grande que engullirá a los planetas interiores y probablemente a la Tierra. Pero mucho antes de que ésto suceda, la vida en nuestro planeta habrá perecido y los mares se habrán evaporado.

“Nuestro Sol probablemente hará de la Tierra un lugar inhabitable en aproximadamente 2000 millones de años debido a que se hará cada vez más caliente conforme evolucione hacia una gigante roja”, dijo Wolszczan.

Surgir de las cenizas

La lenta muerte de nuestro Sol arrojará las órbitas de los planetas restantes a otras irregulares. Algunos planetas podrían colisionar entre sí, y podrían formarse nuevos a partir de los restos. Y aunque los organismos de la Tierra habrán desaparecido para ese época, la vida podría surgir de nuevo en otros mundos de nuestro Sistema Solar. Los científicos especulan que hay tiempo más que suficiente durante la fase de gigante roja para que la vida evolucione de nuevo.

Conforme se expande nuestro Sol, el límite esférico dentro del que puede existir el agua líquida, llamado zona habitable, también se expandirá, por tanto los planetas y lunas ahora fríos de nuestro Sistema Solar podrían ser lo bastante cálidos en el futuro para la vida.

“En nuestro Sistema solar, lugares como Europa – un satélite de Júpiter que ahora está cubierto por una gruesa capa de agua helada – podrían calentarse lo bastante como para dar soporte a la vida durante más de mil millones de años aproximadamente”, dijo Wolszczan.

Tras la fase de gigante roja, una estrella entra en la fase final de su evolución. Se desprende de sus capas gaseosas externas, dejando un cadáver estelar compacto llamado enana blanca, que arderá sin llamas hasta que pierda todo el calor de su radiación.

Fuente: Ciencia Kanija.

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